Luego de haber, trabajado 6 años continuos como entrenador deportivo en varios gimnasios, la pandemia dio un giro 180° a mi vida, me despidieron de todos los gimnasios donde trabajaba y tuve que buscar una solución para generar ingresos.
Hace unos años me había graduado de técnico en publicidad y mercadeo, pero no había tomado la iniciativa de ejercer, así que la vida decidió por mí. Envié mi CV a un par de agencias de Marketing y a los días llega una notificación a mi correo: “Estimado Javier Pacheco, estamos interesados en conocer más de usted, ¿podríamos agendar una reunión?, Gsiete Consultora” A lo cual, dije que sí. Allí inicia un nuevo transitar en mi carrera profesional, nuevos conocimientos, experiencias y
compañeros de trabajo. Al pasar semanas publique algunos de los trabajos que había realizado como Community Manager y posterior como Asistente de Marketing del director en mis redes sociales.

Sin embargo, ¿Quién se imaginaría que el director de la fundación Protección Oceánica observaría mi portafolio por mi red social? Y me contactaría para decirme: “Javier, me gustaría presentarte lo que realizamos en la fundación y si te animas formar parte de nuestro equipo” Por supuesto acepté. Protección Oceánica es una fundación dedicada a desarrollar estrategias y soluciones vinculadas a la protección del océano a través de la educación, economía circular, ciencia y tecnología. Siendo su programa madre, los operativos de limpieza de playa. Allí recordé que en las tardes al pasar por la playa y sentarme a conversar a solas con el océano, un día le había prometido que me gustaría hacer algo por él, no sabía cómo, pero que llegaría alguna forma. ¡Boom! Allí estaba la forma, el había llegado a mí.

En estos 2 años de haber llegado el océano a mí, me ha demostrado su magnitud, no solo por las amistades, equipo de trabajo en la fundación Protección Oceánica, oportunidades por practicar deportes dentro del mar, sino por conocer la importancia que tiene él en nuestras vidas. Responsable del 70% del oxígeno que respiramos, es decir, es el pulmón de nuestro planeta. Además, es el hogar de al menos 230.000 especies conocidas. Los arrecifes de coral, en el fondo del mar, son un refugio para invertebrados como los cangrejos, las estrellas de mar y los moluscos, así como los coloridos peces de arrecife. La vida vegetal florece a poca profundidad, mientras que criaturas más grandes, como los tiburones, las ballenas y los delfines nadan en aguas profundas. En él existe una gran biodiversidad, que se equilibran perfectamente para vivir en un ecosistema. El océano es tan inmenso que solo conocemos el 5%. ¡Sabemos muy poco de nuestro propio planeta!

De igual forma, el océano es tan versátil que puede ser fuente de entretención para nosotros, se convierte en la cancha de muchos, proporcionando el espacio ideal para practicar deportes como Surf, Body Board, Kite Surf, nadar, hasta puede ser el lugar perfecto para compartir con familia o simplemente un lugar para tomar el sol frente a él. A pesar de su magnificencia, Los seres humanos tenemos el foco en destruirlo y no solo el océano, sino todo nuestro hogar, el planeta tierra ¿Cómo? Hemos desarrollado un material indestructible, “el plástico”, que es tan resistente que al desecharlo pueden pasar de 100 a 1.000 años para degradarse por completo, impactando así en nuestro medio ambiente. Un camión de él termina en nuestro océano cada minuto, es decir 8 millones de toneladas de plástico al año en nuestro océano, asesinando la vida marina, flora y a nosotros mismos.

Y esta es solo 1 de las problemáticas, de los miles que existen actualmente en el magnífico azul. Desde mi perspectiva este material ha sido una evolución para la humanidad, brindando múltiples beneficios, pero el hiper consumo, hiper producción y gestión incorrecta al final de su vida útil ha desencadenado un caos para el medio ambiente y nuestro océano.
El océano cambió mi perspectiva de apreciar la vida que nos rodea. Saber que hoy día cada vez más personas se suman a Protección Oceánica, para proteger nuestro océano y medio ambiente me hace pensar que podemos lograr cambios impactantes, claramente todavía queda un largo camino por transitar, pero tengo la esperanza que la comunidad crecerá cada vez más y construir equipos en otros países, porque la problemática es global y la solución es de todos.

Si empezamos a cambiar la forma como observamos nuestro entorno, la vida que está a nuestro alrededor cambiará.