Tuve que cambiarme de casa hace algunos meses, las razones de aquello son más personales de las que me siento cómodo contando en esta columna, pero lo que si me impresionó fuertemente es el valor surreal que hay hoy por hoy. Mientras con mi compañero de departamento buscábamos desesperadamente un lugar donde caer muertos, quedábamos impactados con las cosas que solicitaban, así que, más que escribir una columna, voy a hacer un reclamo punto a punto de la usura inmobiliaria que vivimos actualmente:
- “Tres veces el valor del arriendo”: Claro, no te preocupes, es super normal ganar sobre $900.000 brutas para poder, recién, empezar a postular tu departamento a 6 cuadras del paradero más cercano. Más aún cuando uno observa que, según el INE (2022), el promedio de sueldo está en $681.039.
- “Tener más de 12 cotizaciones seguidas”: Obvio, no hay problema, porque es muy normal tener tanta antigüedad laboral en un país luego de una pandemia, con altos niveles de cesantía y con un aumento del trabajo informal para poder postular a tu habitación interior sin ventanas en la gran ciudad.
- “1 mes de garantía para visitar”: ¿Qué? No gracias.
- “2 meses de garantía”: Pero por su pollo, claramente tengo 2 veces el valor de tu arriendo para poder pagar en un solo mes y luego, inmediatamente, pagarte el arriendo del que viene por si ocurre alguna eventualidad para poder postular a tu departamento de un solo ambiente.
- “No estar en DICOM”: ¡Claro!, total si tengo deudas es evidente que no necesito un techo con paredes delgadas en el cual dormir y así descansar para salir del hoyo económico en el que me encuentro.
- “Certificados de antecedente”: De inmediato, menos mal tengo los papeles limpios ¿Reinserción? ¿Qué es eso?
- “Contrato de trabajo”: Razonable, obviamente tienes que saber cada detalle de mis condiciones laborales y todo lo relacionado con ello para así postular a tu casa a dos horas en transporte público de mi trabajo.
- “Limitaciones a la hora del uso del espacio”: Evidente, en esta economía solo necesito usar el hogar para dormir, puedes volverlo oficina durante el día. Es más, compraré mi propio candado para guardar mis cosas en un cajón ¡No hay problema!
- “Un Aval con las mismas condiciones”: Ahí voy, porque tengo varias personas que cumplen las condiciones que me impones para poder vivir bajo tu departamento construido eludiendo el plan regulador municipal.
Evidentemente, lo expuesto en lo anterior, es una ironía, pero ninguna de las solicitudes es algo que no haya leído buscando y buscando dónde vivir. Basta, dejemos de normalizar tanto requisito para dormir y tener un espacio propio; aunque sea arrendado… porque si empezamos a decir qué necesitamos para poder comprar una casa, no habría tinta ni sangre que alcance.